Soy Jordi, pero os quiero hablar de mi madre Gabriele. Ella ya hablaba de la importancia de una alimentación saludable como uno de los pilares para sentirnos bien, hace ya cincuenta años, cuando realmente eran cuatro gatos y una revista especializada, los que defendían comer más verdura y fruta.  

No podía ser de otra forma, será mi madre Gabriele, la que iniciará este proyecto. En una visita a casa de mis padres, ya tenía preparada una retahíla de comida y bebida para cuidarme: “niño, ves a saber cómo comes si no paras en todo el día en casa”, dijo mi madre. Kéfir, bayas de Goji, nueces de Brasil y Kombucha. Como un buen hijo, probé todas y cada una de las cosas que para mí eran raras en ese momento. Y cuando le llegó el turno a la kombucha, dije “uuoouuuuu me recuerda un poco a un refresco, pero deja un gusto de vinagre extraño…” pero estaba bueno. “¡Pues tendrías que conocer todos los beneficios que tiene!” dijo mi madre.  

No paré de pensar, y haciendo búsqueda, pude comprobar que sí, se atribuían muchos beneficios para la salud en esa bebida. Y si esta bebida, además de tener todos los beneficios para la salud, ¿fuese lo más parecido a un refresco? Y aquí entra en juego otra persona: Txema Urda.  

Con él contacté como experto en fermentados. Teníamos la idea, pero un desconocimiento casi total del proceso para hacer kombucha. Txema y yo encajamos a la perfección desde el primer momento. Nuestra idea de hacer kombucha para todos le encantó. Medio año de formación después, Ferrán se convirtió en el mejor maestro de producción de Kombucha Vita&CO.  

Ferrán, la tercera persona importante en nuestra historia, es una persona metódica, sistemática y paciente. Una combinación perfecta para elaborar la fórmula para una kombucha excelente. Personas que hacen kombuchas para personas.

Gracias Ferrán. Gracias Txema. Gracias Gabriele.